quarta-feira, 23 de fevereiro de 2011

UNA NUEVA DÉCADA


Estamos comenzando una nueva década, de este nuevo siglo 21. En realidad, me siento afortunado por sobrevivir al cambio de milenio, de siglo, de década y de año que se dió en el 2000. Al menos dos de estos cambios van a necesitar de mucho tiempo para que vuelvan a suceder.

Sin embargo, y aunque estamos en un nuevo siglo, muchas cosas del pasado todavía nos siguen, como un cáncer que no quiere ser curado, aunque se intente de todo.

Una de esas cosas sigue siendo la corrupción pública. Es increíble que los elegidos por el pueblo sólo piensen en ellos y en sus intereses mesquinos y egoístas. Mucha gente que se vende en época de elección por un regalo, pasa cuatro años luchando por obtener sus derechos sin tener el respaldo de la persona por la que votó.

La vanalización de la política y el hecho de que no tiene solución, aunque todos pensemos que existen algunas excepciones, hace que intentemos dar una vuelta de página y miremos la vida como algo a mejorar. No sabremos si nosotros seremos los que haremos el cambio, o nuestros hijos, o nuestros nietos, o... nadie.

Otra de las cosas que nos persiguen sigue siendo los sistemas dictatoriales, que escondidos en falsas formar democráticas, humillan, censuran y no dejan que el hombre ejerza su máximo derecho, la libertad. Sin embargo, una luz se ve al final del tunel. Los pueblos se han cansado, luego de 20, 30 o más años, y ahora están buscando el cambio, así sea a la fuerza.

Es un efecto dominó que tarde o temprano alcanzará algunos territorios americanos que no pierden por esperar. El pueblo ya está cansado.

Por otro lado, nos acompaña todavía el preconcepto a todo nivel, religioso, político, opción sexual, color, etc. Es algo por lo que tenemos que avergonzarnos. En algunos lugares, los vientos de cambio presentan alternativas. En otros, se mantienen viejas y caducas estructuras prehistóricas, que no llevan a nada.

Estos tres ejemplos, por que podríamos hablar de muchos más, nos permiten pensar en que aún el camino del cambio es largo. Pero los casos especiales que se han visto, permiten tener un hilo de esperanza.

Hablaremos en otra oportunidad.